La idea del edificio como activador de espacio público tiene una amplia gama de precedentes no sólo en la lógica del «umbral» – la fachada como telón de fondo de lo público – sino también de una manera más contemporánea donde el volumen libera suelo urbano para derramar hacia el exterior el programa del edificio. Este proyecto, en un pequeño pueblo en el norte de Chile, utiliza esa genealogía de referencias para entregar un nuevo espacio público.

Figura 1. Fuente © Marcos Mendizabal

Figura 2. OMA, Casa da Música. Oporto, Portugal, 2005. Fuente: Manuel V. Botelho © Creative Commons

Figura 3. Mario Roberto Álvarez. Teatro San Martín. Buenos Aires, 1960. Fuente: Imágenes intervenidas de originales de Federico Kulekdjians.

Figura 4. Mario Roberto Álvarez. Teatro San Martín. Buenos Aires, 1960. Fuente: Imágenes intervenidas de originales de Federico Kulekdjians.
El despeje bajo las graderías del Teatro San Martín en Buenos Aires, de Mario Roberto Álvarez, se traslada directamente a la propuesta: tanto la continuidad interior con el suelo de la vereda, convertida en antesala, como el uso de los espacios laterales como circulaciones en torno a la sala del teatro. Ambos edificios tienen una diferencia radical en su relación con la manzana; la primera llena y de fachada continua, la segunda vacía de edificios aislados. En Salamanca se logran espacios intersticiales con la introducción de una envolvente plegada que sustituye a los muros medianeros de Buenos Aires, dando forma a un edificio singular, distinto del edificio anónimo y notable que sirve de referente.
Debido a la quiebra de la primera empresa a cargo de los trabajos – iniciados en 2009 – el edificio se construyó entre 2007 (proyecto) y 2016 (recepción). Esta distancia de 9 años permitió cambios basados en observaciones y oportunidades que aparecieron en obra.
Suelo público
Como los tres lotes pertenecían al municipio, la eliminación de los cerramientos se entendió como una oportunidad arquitectónica. Al concurso público presentamos una propuesta de explanada deportiva conjunta en la que el cuerpo del nuevo gimnasio reemplazaba a los muros perimetrales y activaba el uso de los bordes entre terrenos con distintos programas, recorridos y accesos por sus cuatro caras.
La fachada sur enfrenta a la ciudad y en ella se propone el acceso principal, de uso eventual. En la fachada norte – que recibe luz directa – se incorporan accesos y usos cotidianos en relación al gimnasio, cafetería y oficinas administrativas. Al oriente se acompaña la vereda pública con una rampa de acceso a la gradería norte y al poniente se ubican escapes de seguridad y programas complementarios a la cancha de fútbol vecina: caseta de periodistas y camarines compartidos. La propuesta de suelo es abierta a las veredas peatonales, incorporando los lotes originalmente cerrados al recorrido y uso público.

Figura 5. Construcción de avión de papel

Figura 6. Construcción de avión de papel
El procedimiento de plegado de papel – para un avión u otras construcciones – recoge y ordena el plano de la hoja de carta para convertirla en un cuerpo geométrico laminar que da origen a una serie de espacios intersticiales de luz controlada. La forma resultante se toma como referente para el control de la luz del interior de la obra, que entra por reflexión entre los planos distanciados. Este distanciamiento entre los planos de cerramiento abre una serie de espacios perimetrales donde se ubican distintos programas y recorridos complementarios a la nave principal.

Figura 7. Fuente: © Marcos Mendizabal

Figura 8. Fuente: © Marcos Mendizabal
Cielo público
El espacio bajo las gradas es difícil de resolver, tanto por un problema estructural como por su geometría difícil de usar. En la mayoría de los casos que estudiamos primaba la presencia de elementos estructurales por sobre la claridad del espacio.
Con el acceso principal al sur y sin disponibilidad de terreno anterior al edificio, el plano inclinado bajo las gradas cobra valor. Al disminuir los apoyos al mínimo y eliminar los cerramientos verticales resulta un vacío que sirve de antesala para grandes concentraciones de gente, un ‘cielo público’ que da sombra y protege de la lluvia. Una vez que ya estaba levantado, el municipio decidió reemplazar la antigua piscina por una explanada de 40 × 40 m, incorporando una nueva plaza al sistema peatonal urbano.

Figura 9. Plataforma petrolera. Fuente: Imagen intervenida de original de Kampee Patisena

Figura 10. Fuente: © Marcos Mendizabal

Figura 12. Planta emplazamiento. Escala publicada 1: 2.500

Figura 13. Planta nivel ±0,00 m. Escala publicada 1: 500

Figura 14. Planta nivel +4,00 m. Escala publicada 1: 500
Figura 15. Planta nivel +8,40 m. Escala publicada 1: 500

Figura 16. Elevación poniente. Escala publicada 1: 500

Figura 17. Corte BB. Escala publicada 1: 500

Figura 18. Elevación sur. Escala publicada 1: 500

Figura 19. Corte AA. Escala publicada 1: 500
Descalce de los planos
Una luz interior controlada e indirecta permite tanto la práctica deportiva como la realización de reuniones y eventos públicos. Esta luz se logra con una envolvente superior de madera montada sobre el hormigón de las gradas, que se ordena en un juego de espacios intersticiales resultantes de planos plegados, como un avión de papel. Esta serie de planos se dispone en relación al recorrido solar y al programa, partiendo desde la arista alta del acceso principal. Así se genera la geometría facetada característica del cuerpo del edificio.
Traslado de fuerzas
El proyecto no sigue el óptimo estructural (transmitir las cargas directamente al suelo), sino que su lógica consiste en sistematizar el traslado de fuerzas por los descalces entre elementos resistentes. Esos traspasos (de la madera al metal y del metal al hormigón) llegan hasta el suelo para apoyarse en los elementos de fundación. Este desplazamiento engaña al ojo haciendo parecer que las piezas y planos constructivos flotan. Con esta estrategia estructural se consigue el despeje del suelo público y luz controlada para el interior.

Figura 20. Fuente: © Marcos Mendizabal
Gimnasio Municipal de Salamanca
ARQUITECTO: Carreño Sartori Arquitectos (Mario Carreño Zunino, Piera Sartori del Campo) • COLABORADORES: Pamela Jarpa, Pia Mastrantonio, Claudia Wagner • UBICACIÓN: Calle Matilde Salamanca esquina José Manuel Infante, Salamanca, Región de Coquimbo, Chile • CLIENTE: Ilustre Municipalidad de Salamanca • INGENIERÍA ESTRUCTURAL: SyS Ingenieros Consultores • CONSTRUCCIÓN: Constructora INCA Ltda. – Constructora Lohse y Villablanca ltda. • INSTALACIÓN SANITARIA: Roberto Pavez Mujica • INSTALACIÓN ELÉCTRICA: ICG S.A. • PROYECTO DE PAISAJE: Carreño Sartori Arquitectos • PRESUPUESTO: 38 UF/m2 – 1,504 USD/m2 • SUPERFICIE CONSTRUIDA: 3.258 m2 • AÑO DE PROYECTO: 2007 • AÑO DE CONSTRUCCIÓN: 2009 – 2016 • FOTOGRAFÍA: Marcos Mendizábal • VISUALIZACIONES Y MAQUETAS: Carreño Sartori Arquitectos
Mario Carreño
<mcarrenz@uc.cl>
Estudios de pregrado, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, 1990-1992. Arquitecto y estudios de posgrado, Pontificia Universidad Católica de Chile, 2000. En la actualidad es Profesor Asistente en la Escuela de Arquitectura de la UC. Cofundador en 2000 de la oficina Carreño Sartori Arquitectos, sus obras han sido publicadas en diferentes medios, muestras y bienales.
Piera Sartori
<pierasartori@gmail.com>
Arquitecta, Pontificia Universidad Católica de Chile, 1999. Postítulo de Arquitectura del Paisaje, Pontificia Universidad Católica de Chile, 2003. Actualmente se desempeña como profesora invitada en la Escuela de Arquitectura de la uc. Cofundadora en 2000 de la oficina Carreño Sartori Arquitectos, sus obras han sido publicadas en diferentes medios, muestras y bienales.